¿Qué es un intermediario financiero?
Un intermediario financiero es una persona o compañía que se encarga de mediar entre los clientes que necesitan adquirir fondos prestados y las entidades financieras que prestan dichos fondos con el fin de conseguirles los productos financieros que mejor se adapten a sus necesidades, con unas buenas condiciones de préstamos y a través de una gestión independiente.
¿Qué tipos de intermediarios financieros existen?
A lo largo de los años se ha creído que los bancos son el único intermediario financiero y, aunque sí que son los disponen de mayor liquidez, no son los únicos que existen.
Los tipos de intermediarios financieros se clasifican en:
- Intermediarios bancarios: Son los intermediarios financieros con capacidad de crear activos. Entre estos distinguimos la Banca Privada, Cajas de Ahorros y Cooperativas de Crédito, los cuales tienen la capacidad de emitir dinero a través de préstamos, créditos y depósitos, desde los que adquieren fondos. Asimismo, han ido ampliando sus servicios, como los seguros o los fondos de pensión propios, a través de los cuales cobran comisiones bancarias para continuar captando fondos.
- Intermediarios no bancarios: Son los intermediarios financieros con capacidad de prestar servicios más allá de lo bancario, a través de los cuales captan fondos. Entre estos distinguimos el Instituto de crédito oficial (ICO), aseguradoras, fondos de pensiones privadas, empresas de leasing y de factoring y las sociedades mediadoras del mercado independiente. En esta última es donde entrarían los intermediarios financieros a los que nos referimos.
¿Qué función desempeña un intermediario financiero?
La función principal de un intermediario es conseguir un determinado producto financiero, con las mejores condiciones económicas y requisitos para su cliente, de tal manera que, aunque este pague por la gestión de intermediación, el resultado conjunto de la operación financiera siga resultando más beneficiosa que habiéndola realizado como particular, sin recurrir al intermediador.
¿Cómo es el proceso de intermediación financiera?
El proceso de intermediación financiera comienza por la necesidad y, a la vez, complicación de adquirir un producto financiero. Un particular o empresa se pone en contacto con una compañía de intermediación financiera y, tras facilitarte una serie de información, un equipo de profesionales estudia, compara y negocia la operación de su cliente tratando de conseguir las mejores condiciones para su producto y determinando, junto con la entidad financiera, si la solicitud es o no viable.
Si no es viable, se le presentan varias alternativas que pueden ayudar a conseguir su objetivo y, en el caso de que sí que sea viable, se solicita información y documentación de carácter más oficial y se comienza un proceso de negociación con las diferentes entidades bancarias con el fin de conseguir las mejores condiciones económicas y requisitos para que el cliente logre su objetivo.
¿Cómo se regula la actividad de intermediación financiera?
Tal y como hemos indicado, durante los últimos años, se ha comenzado a contratar estos servicios de manera más regular, debido, entre otros factores, a los exigentes requisitos de los bancos para solicitar productos financieros.
Por ese motivo, este servicio se ha reglado a través de la Ley 2/2009, de 31 de marzo, con el objetivo de conseguir garantías y un alto nivel de protección de los consumidores, para asegurar una transparencia total y una competencia leal.
Es por todo esto que se impone a las empresas de intermediación financiera la obligación de inscribirse en los registros públicos y cumplir una serie de requisitos como disponer de una buena solvencia económica y un amplio conocimiento del sector financiero.
¿Qué ventajas tiene contratar un intermediario financiero?
Justo por el hecho de que las empresas de intermediación financiera están regladas y tienen la obligación de inscribirse en los registros públicos, estas tienen más posibilidades y beneficios que si un cliente va de manera individual a solicitar un producto financiero al banco.
Por ese motivo, a continuación, enumeramos algunas de las muchas ventajas de acudir a una empresa de intermediación financiera:
- El servicio es totalmente personalizado según tus posibilidades y objetivos.
- Un profesional te acompañará en todo el proceso y te irá informando en cada ocasión del siguiente paso, condiciones, requisitos, etc.
- Te ahorrarás el tiempo de ir a cada una de las entidades financieras a negociar, ya que un experto en este sector lo hará por ti.
- Como empresa independiente este servicio es imparcial, por lo que se analiza y compara de manera neutral todos los productos financieros, sin preferencias por ninguna entidad financiera.
- Las condiciones de los productos financieros acostumbran a ser mejores, los requisitos menos exigentes e incluso se pueden conseguir préstamos e hipotecas que, de otra manera, no se podrían conseguir, gracias a la autorización legal del intermediario financiero y, en parte, a las economías de escala.
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